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¿Tu empresa crece pero tu equipo no? El costo oculto de no desarrollar talento interno

El costo oculto de no desarrollar talento interno

En los últimos años, he acompañado a diversas empresas en procesos de transformación y crecimiento acelerado. Empresas que han ampliado su presencia, aumentado sus ventas y conquistado nuevos mercados. Sin embargo, hay un patrón que se repite más de lo que debería: el negocio crece, pero el equipo no lo acompaña.


“Ya los capacitamos,

¿por qué siguen sin dar resultados?”




Esa es una de las frases más comunes que escucho en sesiones con directivos. La preocupación no es menor: invierten tiempo y dinero en cursos, talleres, certificaciones… pero los resultados no se reflejan ni en el desempeño, ni en el liderazgo, ni en la alineación del equipo.

Lo que suele pasar es que se cae en la creencia de que la capacitación técnica es suficiente para el desarrollo del talento. Pero capacitar no es lo mismo que desarrollar, y ahí está el verdadero costo oculto.

¿Qué está fallando entonces?

Te comparto tres aprendizajes de empresas con las que he trabajado como coach organizacional:

1. El talento no se activa solo con información

Un colaborador puede saber mucho, y aún así no sentirse capaz de liderar, tomar decisiones o enfrentar conflictos. Si no trabajamos las creencias limitantes, la comunicación interna, el sentido de pertenencia y la responsabilidad personal, el conocimiento se queda en la superficie.

2. Promover sin acompañar puede ser un riesgo

Uno de los errores más comunes es ascender a personas con buenos resultados técnicos a puestos de liderazgo, sin darles el soporte emocional, estratégico ni de liderazgo que necesitan. Esto genera frustración en ellos, desmotivación en sus equipos, y un ambiente de desgaste que muchas veces termina en rotación.

3. El crecimiento organizacional exige transformación cultural

Si el sistema de trabajo, las relaciones y las conversaciones no evolucionan al mismo ritmo que las ventas o los procesos, se genera una fractura silenciosa: los de arriba avanzan con la estrategia, y los equipos se quedan repitiendo patrones antiguos, sin saber cómo adaptarse.

El costo de no desarrollar talento desde adentro

  • Equipos desmotivados que solo obedecen pero no proponen

  • Líderes operativos, pero no estratégicos

  • Alta rotación de talento clave

  • Conflictos interpersonales no resueltos

  • Clientes mal atendidos por colaboradores saturados o poco empoderados

  • Directores o socios que sienten que “tienen que hacerlo todo ellos”

¿Qué funciona, entonces?

El desarrollo del talento requiere procesos más profundos y personalizados, como el coaching ejecutivo, el coaching de equipos y la facilitación de conversaciones estratégicas.

No se trata solo de enseñarles a hacer mejor su trabajo, sino de ayudarlos a verse de forma distinta, asumir su rol con conciencia, y conectarse con el propósito del negocio. Cuando esto pasa, el cambio es visible, medible y sobre todo, sostenible.

Planes de desarrollo de personal que lo visualizas para un posible puesto, el que un colaborador reciba un ascenso no debería de ser de un día para otro, se necesita de meses en los que el colaborador se va a integrando a juntas, proyectos, familiarizando con las áreas para que el día que tome el puesto esté listo.

¿Te suena familiar esta situación?

Si estás creciendo como empresa pero sientes que tu equipo no avanza al mismo ritmo, puede ser momento de replantear la forma en que estás desarrollando al talento.

¿Te gustaría explorar cómo implementar un programa de desarrollo que realmente haga la diferencia?


Agenda una sesión exploratoria conmigo aquí 

 
 
 

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